El ideal del “desperdicio cero”
Por primera vez, en Córdoba funciona una cadena de recuperación de alimentos que se acerca al ideal del “desperdicio cero”. Intervienen la Bolsa de Cereales, el Banco de Alimentos, la avícola Indacor y 150 organizaciones sociales. Funciona así: parte de las semillas de soja que llegan a la Bolsa de Cereales para ser analizadas en el laboratorio se dona al Banco de Alimentos que, a su vez, canjea la oleaginosa por pollos para comedores u hogares de día.
Hasta el año pasado, las semillas se desechaban. En 2016, unas 50 toneladas de soja se convirtieron en seis mil kilos de carne de pollo para personas que asisten a comer a diversas instituciones.
“Nunca habíamos recibido carne. Salvo el Sanatorio Allende, que separa las alas de los pollos que usa en los menúes, las congela y las dona cada 15 días. Este intercambio es un gran aporte para las organizaciones”, explica Tatiana Malvasio, directora ejecutiva del Banco de Alimentos.
Alexandra Ceresole, encargada del laboratorio químico de la Bolsa de Cereales, explica que allí se analizan las semillas de la variedad de Intacta RR2 de Monsanto, resistente al ataque de las orugas.